Tú no puedes perder la comunión con Dios

Hay algunos cristianos que creen que puedes perder la comunión con Dios cuando pecas, y que necesitas confesar tu pecado a Dios para obtener el perdón para hacerte justo de nuevo. Ellos afirman que tu relación con Dios no se rompe cuando pecas, pero la comunión con Él sí, entonces necesitas confesar tu pecado para restaurar dicha comunión.

_____________________________________________________________________________

​

Como creyente en el nuevo pacto, tú eres justo,no sólo hasta tu próximo pecado. ¡Tú tienes justicia eterna!

​

_____________________________________________________________________________

 

Suena muy bien. Pero creer que tu comunión con Dios se rompe cuando pecas afectará tu capacidad de acercarte confiadamente a Su trono de gracia para recibir de Él. En realidad, las palabras "relación" y "comunión" comparten la misma raíz griega, la palabra "koinonia". Esto significa que aún cuando falles, la relación y comunión con Dios no se rompen. ¿Por qué? Porque todos tus pecados y fracasos han sido pagados en la cruz. ¿Cómo puedes perder tu justicia en Cristo cuando ella se basa enteramente en Su obra perfecta y no en tu imperfección?

 

Para ver cómo tenemos justicia eterna en Cristo, lea la profecía en el libro de Daniel sobre la obra de Jesús en el Calvario. Daniel 9:24 describe la misión de Jesús en términos claros: "... para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna." Amado, podemos alegrarnos hoy, porque Jesús Cumplió cada letra de esa profecía. La sangre de toros y machos cabríos en el antiguo pacto sólo garantizaba justicia temporal y limitada para los hijos de Israel, y es por eso que a cada nuevo error, los sacrificios tenían que ser repetidos.

 

En el nuevo pacto, la sangre de Jesús pone fin al pecado y nos da justicia eterna. Escucha con atención: Jesús no tiene que ser crucificado nuevamente siempre que fallas pues todos los pecados ya se han pagado en la cruz. Necesitamos confiar que Su obra consumada es completa y perfecta. Hoy, como creyente del nuevo pacto, tú no eres justo sólo hasta tu próximo pecado. ¡Tú tienes justicia eterna!